martes, 24 de mayo de 2016

Apología a un desamor no sufrido.

No seré yo quien te pida rosas si te clavas las espinas en otros jardines.
Nos apostamos mi vida a que no quieres ganarla.
Tus lágrimas no son por mis ojos,
ni tus noches en vela por mi insomnio.
Dime, ¿con quién seré si no es contigo?
Qué bello era pensarte
aún sabiendo que lo único que me quedaba
era utópico,
onírico e intangible.
Te quería en tu evanescencia,

jueves, 19 de mayo de 2016

Perdí la cuenta de los días que llevo partida, con el corazón nublado,
con los ojos tristes,
con los vértices entumecidos.

Vendo mil fracasos y sus respectivas vergüenzas,
para quien los quiera,
para quien me quiera,
para que me quiera.

Te regalo un poco de la pena que nunca admitiré que siento,
la tiras por mí,
la vences por mí o,
la lloras por mí.

Espero en la parada aunque ya ha pasado la última línea,
y no me doy cuenta,
del daño,
que me hago.