martes, 1 de marzo de 2016

Nadie.

Siempre he sido más de decir adiós que hasta luego, no me fío del futuro.
Siempre me han gustado más las tardes tontas con amigos que las discotecas repletas de desconocidos.
Prefiero dudar, y pensar mal, y no creerme tonterías que acaban en decepciones.
Grito, lloro y río muy fuerte, mi alma no reprime ni una gota de sentimiento.
Me encanta saber que hay alguien hablando de mí, bien o mal, me encanta saber que lo que hago por impulsos levanta voces.
No soy de halagar a quien está arriba, mejor digo la verdad a quien necesita oírla, aunque no quiera.
Doy pocos abrazos pero muerdo con ternura.
Fría como mis calles ardo en segundos.
Preferencias absurdas de mente estúpida en cuerpo incompleto, o vacío, o deshabitado.
Que no se qué es lo quiero.
Que no se qué es lo que estoy haciendo.
Que no se quién soy,
ni lo voy a saber,
ni tú,
ni yo,
ni nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario